Pabellón de Can Xarau
REFORMA DEL PABELLÓN CAN XARAU
Carrer Camèlies s/n, Cerdanyola del Vallès
Obra seleccionada en la Muestra del Vallés 8º edición
Superficie:
2.400m2
Proyecto:
Mayo 2016 – Septiembre 2016
Ejecución:
Agosto 2017 – Marzo 2018
Promotor:
Ajuntament de Cerdanyola del Vallès
Autor:
Ar47 Estudi d’arquitectura
Estructura:
Eskubi-Turró arquitectes SLP
Estudio bioclimático:
Sociedad Orgánica
Constructor:
Monvertical
Colaboradores:
Gerard Izquierdo
Mónica Barrio
Nèlida López Silva
Fotografías
Lluís Bernat
El polideportivo de Can Xarau, situado en un complejo deportivo en el centro de la ciudad, es un equipamiento de 2.400m2 de superficie, con una altura de 11 metros, destinado a eventos deportivos relacionados con el patinaje. El encargo, que en principio consiste en solucionar las deficiencias constructivas que presenta en cubierta, a la vez representa una oportunidad para mejorar la envolvente de la edificación, tanto a nivel exterior como interior.
El edificio presentaba unas patologías muy variadas, desde una falta de estanqueidad que causaba filtraciones en el interior, hasta deficiencias a nivel climático como sobrecalentamiento o pérdidas a través de carpinterías defectuosas, además de problemas morfológicos que causaban un reparto descompensado de la luz natural en el interior y problemas de accesibilidad que ocasionaban dificultades de mantenimiento.
A nivel interior, se plantea recuperar el volumen total bajo-cubierta, deshaciéndose del falso techo que ocasionaba el sobrecalentamiento de este espacio y daba una respuesta inadecuada al impacto de pelotas durante el uso de la pista, permitiendo al mismo tiempo introducir luz natural en el centro de la instalación. La estructura se recupera y refuerza sin perder la geometría original, formada por 10 cerchas transversales metálicas de 34 metros de longitud y canto variable, manteniendo la esbeltez de la estructura descubierta gracias a un diseño quirúrgico de refuerzo puntual barra por barra, añadiendo sólo sección a los elementos infradimensionados.
La nueva solución de cubierta cambia la morfología y el aspecto del espacio interior, a partir de una nueva primera piel formada por un panel aligerado de madera con acabado exterior de chapa de aluminio, que nos permite la reutilización en su interior de la totalidad del antiguo falso techo de lana de roca como aislamiento térmico (2000m2). Esta protege el edificio, mejorando el comportamiento bioclimático, mientras que su acabado de madera transforma el interior mejorando la confortabilidad tanto física como acústica. Juntamente, se crea un tragaluz central, para dotar al interior de una mejor iluminación natural, más intensa y más homogénea, que además posibilita generar una ventilación central que actúa como elemento principal en el comportamiento bioclimático del pabellón.
En el exterior, se plantea la construcción de una segunda piel que controla la protección solar del edificio. Aprovechando el actual vuelo de la cubierta, se genera una galería perimetral cerrada con perfiles metálicos que actúa como brise-soleil. Esta nueva galería actúa al mismo tiempo como pasarela de mantenimiento de fachada que soluciona los problemas de limpieza de las vidrieras perimetrales. La perfilería metálica que la conforma son las correas metálicas obsoletas que se han derribado de la cubierta existente (2500 metros lineales). Este reaprovechamiento de las correas, junto al del falso techo, conlleva que a excepción de la chapa de cubierta (que contenía amianto) se ha reutilizado en el mismo edificio el 90% de los elementos derruidos, reduciendo al máximo la generación de residuos y el gasto económico.
A partir de la modelización de la edificación y de un exhaustivo estudio comparativo, se analiza el comportamiento climático, con el objetivo de definir tanto las nuevas protecciones solares, la nueva piel y el nuevo lucernario, para garantizar una mejora del confort térmico, ya que la edificación actualmente funciona sin ningún sistema de climatización artificial.